El día que Preston Drake descubrió que las mujeres ricas pagan bien por un conjunto de abdominales y una cara bonita su vida se dio un giro.
La carrera hacia abajo en el remolque infestado de ratas que había compartido con su madre alcohólica y tres hermanos menores era ahora solo un lugar que visita para pagar las cuentas y llenar la despensa con alimentos.
Ya no se preocupaba por su hambrienta familia o vivir sin electricidad. El dinero que hizo entreteniendo a mujeres ricas mayores supera con creces las necesidades de su familia y la suya propia. Lo tenía todo planeado. Excepto ...
Había una chica.
Ella era tan inocente como él estaba corrompido.
Amanda Hardy deseaba que sus rodillas no se debilitaran cuando Preston entra en una habitación. Odiaba el hecho de que su corazón se acelera cuando él mostra su sonrisa en su dirección. Tenía una chica diferente en su cama todas las noches. Él era el tipo de chico del cual una chica inteligente huiría. Así que, ¿por qué estaba buscando formas de acercarse a él? Incluso cuando era obvio que él quería mantenerla a distancia.
Tal vez su corazón sabía algo que el mundo no conocía. Quizás Preston Drake era algo más que una cara bonita
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