Con seis pulgadas de alto y con magníficas alas púrpuras, a los diecisiete años de edad, Sugar es la viva imagen de un hada... y eso la hace una espía perfecta.
Es el año 2081 y los EE.UU. no ha estado unida durante cinco años. Ahora se ha dividido en tres secciones amargamente enfrentadas: el Oeste, el Este y el Medio, y miles de familias han sido separadas por el conflicto. Con el fin de averiguar cómo los espías están cruzando desde la costa derecha, Oeste apunta a las caravanas de las familias que cruzan ilegalmente hacia el Medio. El problema es que los que cruzan son difíciles de rastrear, y ahí es donde entra en juego Sugar.
Cada semana, ella y cientos de otros como ella se empaquetan como adornos del árbol de Navidad y son "donados" a los niños pobres. Si tienen suerte, van a terminar con un niño que cruza y desenterrarán una valiosa información sobre las caravanas clandestinas, mientras que sus alas sirven como un dispositivo de rastreo. Si no es así, vuelan de vuelta a la Fábrica de Caramelo para la reasignación. Lavar, enjuagar, repetir hasta que hayan servido en suficientes misiones como para ganar su libertad.
Cuando Sugar se coloca con una niña que cruza llamada Clara, rápidamente ella descubre que el conflicto es más complicado de lo que pensaba. El tío de Clara y su familia fueron asesinados y ahora sus padres están corriendo por sus vidas. Cada segundo que Sugar permanece con la familia, ella los pone en peligro. Si ella se va, seguramente va a ser atrapada y perder cualquier oportunidad de ser libre. Si se queda, podría perderlo todo.
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